¿Es el narcotráfico un delito de lesa humanidad? |
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by Dario Arregoces . Existe claridad conceptual en el sentido de tener los actos criminales de estos grupos como delitos comunes y no como delitos políticos . Considero además que Colombia, tiene derecho a conocer la verdad, si queremos sanar nuestras heridas y construir una nueva nación . De lo contrario el dolor que agobia a las viudas y a los huérfanos junto con la sed de venganza enquistada en los tuétanos de la sociedad, harán infructuoso cualquier esfuerzo por alcanzar la paz . Por fortuna los delitos de lesa humanidad, esos mismos que han herido a tantas familias inocentes y que han causado tanto dolor en suelo patrio, no prescriben. |
“Aquí
es donde se ve el desplazamiento forzado, aquí es donde están las víctimas, y a
estas personas no las están ayudando, no les están dando solución, ni mucho
menos les están buscando ubicación en donde puedan sentirse tranquilas…”
Tomado del libro “A LAS PUERTAS DEL UBÉRRIMO” de la autoría de IVAN CEPEDA Y
JORGE ROJAS. Página 154.
La negativa de la Corte
Suprema de Justicia, frente al tema de la extradición, ha generado la
reacción airada del gobierno del presidente Uribe, quien no escatima esfuerzos para
descalificar la decisión del alto tribunal de justicia. Se abre pues el debate
acerca de la figura de la extradición y de la conveniencia de la misma.
La
extradición aprobada en la Constitución de 1991 – artículo 35-
aplica para todos los delitos salvo los delitos políticos, cometidos en
vigencia del Acto Legislativo 01 de 1.997. Es decir sus efectos no son
retroactivos.
En principio fueron extraditados por narcotráfico y lavado de activos, conocidos miembros del llamado cartel de Medellín y del cartel de Cali, organizaciones que fueron desarticuladas gracias al trabajo investigativo conjunto de la justicia estadounidense y nuestros agentes del DAS.
En principio fueron extraditados por narcotráfico y lavado de activos, conocidos miembros del llamado cartel de Medellín y del cartel de Cali, organizaciones que fueron desarticuladas gracias al trabajo investigativo conjunto de la justicia estadounidense y nuestros agentes del DAS.
Pero
con la aparición de grupos armados al margen de la ley, y la aprobación de la
ley de justicia y paz del actual gobierno, trajo como consecuencia que
reputados narcotraficantes se pusieran el camuflado y se acogieran a los
beneficios otorgados por la ley, con el agravante que las investigaciones que
contra ellos se siguen en aras de conocer la verdad de los hechos de sangre
tales como masacres, desplazamientos forzados, asesinatos a la población civil,
torturas etc., en los cuales tomaron parte, se vean truncadas con ocasión de la
extradición, extendiéndose sobre ellos un manto de impunidad y de no reparación
real y efectiva de las víctimas de estos desmanes.
Lo
anterior nos coloca en una disyuntiva jurídica ¿Se debe privilegiar el delito
de narcotráfico frente a los delitos de lesa humanidad? Es muy cierto que el
narcotráfico es un delito que ha cobrado muchas víctimas en nuestro país, que
además es el motor que alimenta la máquina del terrorismo y que genera
graves problemas en el tejido social. No obstante no es menos cierto que con
ocasión del conflicto armado, los grupos al margen de la ley han incurrido en
conductas criminales como las señaladas, las cuales no han sido cabalmente
investigadas, dejando en el olvido a las víctimas de estos crímenes y de
contera privando a Colombia de conocer la verdad de quien o quienes están
detrás de estos grupos, quien o quienes los financiaron, quien o quienes fueron
sus aliados políticos y militares, quien ordenó las masacres contra la
población civil, cuál es el origen de sus propiedades.
En
fin. Existe claridad conceptual en el sentido de tener los actos criminales de
estos grupos como delitos comunes y no como delitos políticos. Considero además
que Colombia, tiene derecho a conocer la verdad, si queremos sanar nuestras
heridas y construir una nueva nación. De lo contrario el dolor que agobia a las
viudas y a los huérfanos junto con la sed de venganza enquistada en los
tuétanos de la sociedad, harán infructuoso cualquier esfuerzo por alcanzar la
paz. Por fortuna los delitos de lesa humanidad, esos mismos que han herido a
tantas familias inocentes y que han causado tanto dolor en suelo patrio,
no prescriben.
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